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Ajo

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El ajo (Allium sativum) es un alimento que ha sido valorado no solo por su sabor distintivo, sino también por sus múltiples beneficios para la salud, especialmente en lo que respecta a la salud circulatoria. Este bulbo contiene compuestos bioactivos, entre los que destaca la alicina, que se forma cuando el ajo es triturado o picado. La alicina tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, lo que la convierte en un aliado poderoso para el sistema cardiovascular.

COMPOSICIÓN: Cada cápsula de 400mg contiene:

  • Ajo (Alliumsativum) Polvo de bulbos: 400mg

INDICACIÓN: Coadyuvante en la prevención de hiperlipidemias.

POSOLOGÍA: Adultos: Una (01) cápsula antes de cada comida.

ADVERTENCIAS: No administrar durante el embarazo o cuando se sospeche de su existencia, ni durante el periodo de lactancia. Si observa alguna reacción desfavorable o persisten los síntomas suspenda su uso y consulte al médico. No administrar por tiempo prolongado, ni exceder la dosis recomendada. Mantenga este producto fuera del alcance de los niños.

CONTRAINDICACIONES: No administrar a personas alérgicas a cualquiera de los componentes de la fórmula. Hipertiroidismo, hemorragias activas. No administrar en pre y post-operatorios, trombocitopenia, tratamiento con anticoagulantes tipo Warfarina o con hemostáticos (Especialmente las formas extractivas).

Registrado en el M.P.P.S. Bajo el Nº P.N: 04-1824/16
CPE1114347881

Uno de los principales beneficios del ajo es su capacidad para reducir la presión arterial. Varios estudios han demostrado que el consumo regular de ajo puede ayudar a dilatar los vasos sanguíneos, lo que facilita el flujo sanguíneo y disminuye la resistencia vascular. Esto es particularmente relevante para las personas que sufren de hipertensión, ya que un control adecuado de la presión arterial puede reducir el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.

Además, el ajo contribuye a la reducción de los niveles de colesterol LDL (colesterol «malo») en la sangre. Un colesterol elevado puede llevar a la formación de placas en las arterias, lo que aumenta el riesgo de aterosclerosis y otros problemas cardiovasculares. Al incorporar ajo en la dieta, se puede mejorar el perfil lipídico, favoreciendo así una mejor salud cardiovascular.

Otro aspecto importante es su efecto anticoagulante. El ajo ayuda a prevenir la formación de coágulos sanguíneos, lo que puede ser crucial para evitar problemas como trombosis venosa profunda o embolias. Esto se debe a que el ajo actúa inhibiendo la agregación plaquetaria, promoviendo una circulación más fluida.

Por último, el ajo también tiene propiedades antiinflamatorias que pueden beneficiar a las arterias y venas, ayudando a reducir la inflamación crónica, un factor de riesgo conocido para enfermedades cardíacas. Incorporar ajo en la alimentación diaria, ya sea crudo, cocido o en forma de suplementos, puede ser una estrategia efectiva para mejorar la salud circulatoria y contribuir al bienestar general del organismo. Sin embargo, es importante consultar a un profesional de la salud antes de hacer cambios significativos en la dieta o iniciar suplementos, especialmente si se están tomando medicamentos anticoagulantes o se tienen condiciones médicas preexistentes.